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Acerca de nosotros

Ignacio de Loyola

En la visión de nuestro fundador, buscamos “encontrar a Dios en todas las cosas” y nos dedicamos Ad Majorem Dei Gloriam o para  la “mayor gloria de Dios” y el bien de toda la humanidad. Hacemos todo esto agradecidos por la colaboración de otras personas que comparten nuestros valores, incluidas las personas laicas que son parte de la familia jesuita extendida.

Con aproximadamente 16,000 sacerdotes y hermanos en todo el mundo, somos la orden religiosa masculina más grande de la iglesia católica. Somos pastores, maestros, capellanes, médicos, abogados y astrónomos, entre muchos otros roles en la iglesia y la sociedad. En nuestros diversos ministerios, atendemos a la persona en su totalidad: cuerpo, mente y alma. En todas nuestras actividades, especialmente en nuestros ministerios educativos, buscamos nutrir a los “hombres y mujeres para los demás”.

Los jesuitas se inspiran en la rica tradición de la espiritualidad y reflexión ignaciana. En nuestros centros de retiro, parroquias, ministerios en recintos universitarios y otros lugares, ofrecemos recursos para todos aquellos que deseen discernir la presencia de Dios en su vida. A la vez, aspiramos a ser “contemplativos en la acción”, personas que traen la espiritualidad ignaciana al mundo entero. Eso incluye nuestra obra en nombre de la justicia, la paz y el diálogo mundial.

Como miembros de una orden religiosa, los jesuitas hacemos tres votos: de pobreza, castidad y obediencia, y un cuarto voto de obediencia con relación a la misión. En otras palabras, los jesuitas deben estar listos para aceptar cualquier misión que el papa les exija, un voto que refleja nuestra dedicación más amplia a la iglesia universal y al bien supremo de todas las personas de todos los credos y culturas.

Nuestra colaboración con los laicos emana de nuestras relaciones personales con Cristo. Nos vemos como compañeros de Jesús, e invitamos a los demás a que se unan a nosotros como amigos en el Señor. Juntos, constituimos el cuerpo de Cristo.

Con nuestros amigos y asociados, también tendemos la mano a un mundo muy diversificado porque es ahí donde está Dios. Por experiencia y reflexión sabemos que se puede descubrir significado, valor y propósito divino “en todas las cosas”.