2021 Ordenaciones

Christopher J. Kellerman, SJ

Ciudad natal: Arlington, Texas

Provincia: Central y Sur de los Estados Unidos

Lo más destacado de su formación jesuita:

Trabajó en la pastoral universitaria en la escuela secundaria de la Universidad de San Luis.
Enseñó Teología e Historia en la división masculina de la Regis Jesuit High School en Aurora, Colorado.
Sirvió como diácono en la iglesia de la Inmaculada Concepción en Baton Rouge, Luisiana.

Después de su ordenación:
Servirá en la iglesia de la Inmaculada Concepción en Baton Rouge y trabajará en el Instituto Jesuita de Investigación Social en Nueva Orleans.

Chris con el equipo de béisbol del High School Jesuita Regis.

Chris en la cima de la iglesia de la Compañía de Jesús en Quito, Ecuador, donde pasó un verano aprendiendo español.

Formación:
Licenciatura en Ciencias Políticas y Música, en la Universidad Tecnológica de Texas; maestría en Teología, Universidad de Dallas; maestría en Divinidad, Regis College, Universidad de Toronto; licenciatura en Sagrada Teología, Regis College, Universidad de Toronto

¿Cuál considera que es su libro favorito desde que ingresó a la Compañía?
Antes de entrar en la Compañía, nunca había leído un libro completo de C.S. Lewis. Hace unos años finalmente leí uno: Till We Have Faces [Hasta que tengamos rostros]. Es una novela extraordinaria sobre el amor de Dios ambientada en un entorno sorprendente. Creo que podría leerla una y otra vez sin cansarme de ella.

¿Quién es su santo favorito y por qué?
San Óscar Romero me ha inspirado mucho por su incansable dedicación a la justicia social y su inquebrantable compromiso con Cristo.

¿Cuéntenos un dato interesante sobre usted que no todo el mundo conoce?
Mis películas favoritas son una extraña combinación: Rudy, Parque Jurásico, Rescatando al soldado Ryan, El príncipe de Egipto y Sunset Boulevard.

¿Cuéntenos una experiencia particularmente significativa que tuvo durante su formación, y por qué fue relevante para usted?
Me encantó enseñar en el High School Jesuita Regis, de Aurora, Colorado. Fue una alegría total poder enseñar todos los días, ser capellán de algunos equipos deportivos, fundar un club y trabajar con colegas increíbles. Creo que me ayudó a darme cuenta de lo alegre y satisfactoria que puede ser una vida de servicio del Señor.

Imagine que pudiera viajar en el tiempo y se encuentre a sí mismo el primer día que ingresó en la Compañía de Jesús. ¿Qué consejo se daría?
No te tomes tan en serio.