La enseñanza católica afirma que todo migrante “posee derechos fundamentales e inalienables que deben ser respetados por todos y en toda circunstancia” (Caritas in Veritate, 62).
Inspirados por estas palabras y el llamado bíblico a amar a los migrantes como nos amamos a nosotros mismos, los jesuitas están comprometidos a construir una cultura de hospitalidad y solidaridad con los migrantes, refugiados y solicitantes de asilo. Más allá de las fronteras, nuestras instituciones acompañan a las personas que buscan seguridad y oportunidades en Estados Unidos y Canadá.
18 de junio de 2020. — En un fallo histórico, la Corte Suprema de los Estados Unidos mantuvo el programa…
Joshuar y Stephanie quieren lo que todo padre quiere para sus hijos: libertad, seguridad y una buena educación. Por eso huyeron de Venezuela y están intentando buscar asilo en Estados Unidos. Hasta ahora, han esperado seis meses para su cita de inmigración.
Joshuar y Stephanie son sólo una de las muchas familias que el equipo del Ministerio Jesuita para la frontera Del Camino apoya todos los días. Estos jesuitas trabajan en la frontera entre Estados Unidos y México en el Valle del Río Grande, y ofrecen apoyo espiritual a los migrantes. Vídeo en inglés y español.
Gestionamos refugios para migrantes, visitamos a migrantes detenidos, brindamos educación y servicios psicosociales en campos de refugiados y ofrecemos apoyo para el reasentamiento a migrantes recién llegados.
También trabajamos con jesuitas latinoamericanos para abordar las causas fundamentales de la migración y las amenazas a los derechos humanos en América Latina, incluida la pobreza, la violencia, la corrupción, los sistemas judiciales débiles y la falta de acceso a una educación de calidad. La red jesuita aboga por políticas compasivas y humanas que honren la dignidad inherente de cada persona.
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