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Para MegAnne Liebsch

15 de junio de 2020 – A raíz de las recientes protestas que exigen el fin de la brutalidad policial y la injusticia racial, muchos activistas piden reformas radicales en la justicia penal. Las comunidades de negros y de los browns son excesivamente atacadas a través del sistema de justicia penal, donde se pueden incluir mecanismos como el encarcelamiento masivo, la brutalidad policial o las prohibiciones de asistencia social debido a condenas anteriores.

«El racismo impregna todo el sistema», dice la abogada Linda Starr. La abogada cofundó el Proyecto Inocencia del Norte de California (NCIP, por sus siglas en inglés) en la Universidad de Santa Clara, fundada por los jesuitas. Ella es una de los muchos abogados expertos entrevistados en la serie documental de Netflix: The Innocence Files. El programa presenta a ocho personas condenadas y encarceladas por crímenes que no cometieron y rastrea sus solicitudes exculpación. The Innocence Files investiga los muchos casos de racismo en la policía y los tribunales penales que de manera desproporcionada ponen a más personas negras y latinas tras las rejas.

Franky Carrillo y Linda Starr (derecha) esperan el veredicto en el juicio de apelación de Franky (Christina House, Los Angeles Times).

Dos episodios de la serie muestran el caso de Franky Carrillo, un hombre latino que pasó casi 30 años tras las rejas antes de ser exculpado con la ayuda de un equipo de abogados del NCIP. Starr se sentó conmigo para hablar sobre el caso de Carrillo y el trabajo en curso para la reforma de la justicia penal.

Esta entrevista fue editada para mayor concisión y claridad.

Meg: En enero de 1991, Donald Sarpy, de 41 años, murió en un tiroteo. El hijo de Sarpy y cinco de sus amigos fueron testigos del asesinato. A los 16 años, Franky Carrillo fue acusado y, finalmente, condenado por asesinato. Pero, de hecho, estaba en casa haciendo la tarea en el momento del tiroteo. El documental revela que el testimonio de testigos oculares fue manipulado antes y durante el juicio. ¿Cómo impactó esto en el caso?

Linda: El primer y único testigo del que intentaron obtener una identificación como testigo ocular del hecho fue un señor llamado Scotty Turner. El agente tenía una relación con Scotty y la usó. Le mostró fotos de un dossier y éste escogió a varios posibles perpetradores, pero todos habían sido encarcelados en ese momento. Entonces Scotty debía elegir a alguien más. Esa no es la forma en que debe ser la identificación en un testigo ocular.

A ninguno de los otros jóvenes que estaban en la escena del crimen se les pidió que hicieran una identificación hasta seis meses después. No hay forma posible de que alguno de ellos haya hecho una identificación precisa de Franky.

Meg: El tiroteo también ocurrió de noche, lo que hace que la identificación creíble sea casi imposible. Durante el juicio de exculpación en el 2011, usted y el equipo legal recrearon el tiroteo para el juez. ¿Cómo fue eso?

Linda: Eso fue muy fuerte. Estaba muy escéptica de que el juez aceptara una recreación de la escena del crimen. Antes del juicio, el equipo lo había hecho varias veces y descubrió que no se podía identificar al autor, no era humanamente posible.

Aun así, tenía miedo. Sentí como: «Bueno, todos sabemos que no podemos ver nada, pero digamos que alguien diga que sí, entonces estamos realmente jodidos». Entonces tendríamos al mismo juez diciendo: «Pude ver muy bien».

Finalmente, salimos por la noche a Los Ángeles y representamos el tiroteo. El hijo de Franky estaba interpretando el papel de la persona que había sido identificada como Franky, lo cual fue realmente valioso. De hecho, les hicimos conducir varias veces a diferentes velocidades, incluso deteniéndose en cierto punto para enfatizar el hecho de que realmente no podíamos ver nada.

Fue muy emotivo porque estábamos en la casa donde ocurrió el tiroteo. Fue mucho más dramático de lo que pensé que sería.

Carrillo abraza a un miembro de su familia después de casi 30 años de prisión (Michael Robinson Chavez / Los Angeles Times).

Meg: Muchos de los casos en el documental son profundamente emocionales. Estas personas han sido encarceladas injustamente por más de 20 ó 30 años. ¿Cómo afecta esta realidad la forma en que aborda estos casos como abogada?

Linda: Lo hace más difícil porque cuanto más antiguo es el caso, cuantos más documentos se hayan perdido, cuanto más testigos no estén disponibles, más difícil será descubrir la evidencia que se necesita para demostrar que alguien es inocente. Definitivamente sube la apuesta.

En cuanto a las emociones, me conmueve la espiritualidad y la gracia de los exculpados con los que he trabajado. Cuando ves la profundidad del pensamiento y el cuidado que han desarrollado al lidiar con las injusticias que han enfrentado, es algo totalmente aleccionador.

Meg: «The Innocence Files» presenta proyectos y casos de inocencia en todo el país. ¿Cómo te involucraste con el documental? ¿Cuál fue el proceso para desarrollar los episodios en los que se presentaron casos del NCIP?

Linda: Comenzó hace años cuando Barry Scheck [fundador original del Proyecto Inocencia en Nueva York] se acercó a mí y a Franky sobre un posible programa de Netflix que iba a presentar casos de condena injusta y a diferentes exculpados. Franky aceptó aparecer, y no escuché nada durante mucho tiempo. No tenía nada que hacer para dar forma al programa o para contribuir con éste. Me alegró ver cómo juntos montaron el programa.

Meg: ¿Te encontraste mirando o entendiendo el caso desde otros enfoques? ¿Algo en el proceso te sorprendió?

Linda: El director elaboró los episodios para que no te des cuenta de que en el primer juicio de Franky el jurado no llegó a un acuerdo. La forma en que el director reveló el primer juicio hizo aún más poderoso el caso. Pensé que era una técnica muy bien calculada para mostrar cómo cambió el caso entre los dos juicios.

Los directores fueron extraordinarios cuando me entrevistaron. Fueron como cinco horas de entrevista: sentí como si me estuvieran mirando el alma. Me sentí emocionada, lo cual me sorprendió, porque el caso terminó en el 2011 y Franky ahora está bien.

Meg: La serie documental arroja luz sobre los defectos del sistema de justicia penal que conducen a sentencias injustas, incluido el uso indebido de pruebas forenses, el testimonio de testigos oculares y la corrupción de las fuerzas del orden. ¿Cuál es su experiencia con estos problemas?

Linda: El mal uso de la ciencia forense es un gran problema. Lo que es particularmente molesto y problemático acerca de la ciencia forense deficiente es que los jurados aman la ciencia. Consiguen un experto en la corte que dice: «Es ciencia». Luego el jurado no tiene que preocuparse por prejuicios o recuerdos equivocados.

La mala conducta de la policía fiscal es otro problema. A veces tiene un propósito, a veces no. A menudo, los casos tienen una combinación de todos estos factores. El abogado es ineficaz, hay información que fue retenida por el abogado defensor, hay una identificación incorrecta de un testigo ocular.

Además, el encarcelamiento masivo contribuye enormemente. Tenemos tantas personas encarceladas innecesaria e injustamente. El racismo solo impregna todo el sistema. Los supuestos y el sesgo implícito influyen en todo el sistema.

Meg: ¿Cómo podemos prevenir estos escollos en el futuro?

Desearía poder dar una lista de formas en que podríamos corregir el sistema y luego la gente podría simplemente adoptarla. Pero hay ciertas mejores prácticas que nosotros, como organizaciones que defienden la inocencia, hemos identificado y presionado para implementar en nuestro sistema de justicia penal, incluidas las reformas de la ciencia forense, así como instituir las mejores prácticas para entrevistas de testigos presenciales con los órganos policiales y de justicia.

Nunca se puede prestar suficiente atención a cómo el racismo está influyendo en nuestro sistema y a todo lo que podamos hacer para reducir ese sesgo implícito y manifiesto que está en marcha. Hacer responsables a las personas, responsabilizar a los oficiales de policía y fiscales de distrito y a los fiscales generales cuando se equivocan. No porque se trate de un castigo, sino porque así es como permites que las cosas cambien.

Para obtener más información sobre la reforma de la justicia penal, consulte estos recursos de la Catholic Mobilizing Network (Red de Movilización Católica) [en inglés].

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