La Compañía de Jesús en los EE. UU., Canadá y Haití recibió a 28 nuevos novicios jesuitas este otoño en noviciados de California, Minnesota, Nueva York, Colorado y Haití. Han dado el primer paso en su camino hacia el sacerdocio o la hermandad jesuita, conocida como «formación jesuita», la cual puede llevar un total entre ocho a doce años.
Christian se licenció en Contabilidad, con un diploma en Español, por la Universidad Estatal de Grand Valley. Ha trabajado en atención al cliente, gestión de cuentas, logística y, más recientemente, en educación. Christian es un converso y se interesó por la vida religiosa durante el RICA. Discernió su llamada a la Compañía de Jesús mientras enseñaba y era voluntario como misionero en Dakota del Norte. En su tiempo libre, le gusta viajar, pasar tiempo con amigos, aprender idiomas y levantar pesas.
En estos primeros dos años como novicios, estos varones aprenderán lo que significa vivir en comunidad, adoptar el ritmo de la oración diaria y profundizar su comprensión del llamado de Dios a la Compañía. Han dedicado sus vidas desinteresadamente al servicio de los marginados, de la iglesia, de Dios y entre sí.
San Ignacio de Loyola, quien cofundó la Compañía en 1540, definió por primera vez los elementos de la formación jesuita en sus Constituciones Jesuitas. Los novicios jesuitas aún siguen este plan — adaptado al mundo moderno.
Así comienza un programa integral de servicio, ministerio, estudio y oración, ideado metódicamente para ayudar a los jesuitas a crecer en su relación con Cristo e identificar la mejor forma de servirle a Él y a toda la humanidad.
A partir de entonces, los días típicos en el noviciado consisten en clases impartidas por el director y su asistente (conocido como Socius), así como Misa diaria, oración en grupo, conversación sobre sus jornadas espirituales y quehaceres de la casa.
Los novicios completan una serie de «experimentos» para explorar sus vocaciones y ayudarlos a discernir las formas específicas en que podrían ser llamados para servir a la iglesia.
Los novicios también realizan el retiro de 30 días en silencio de los ejercicios espirituales de San Ignacio, que comúnmente consideran la parte más significativa del noviciado.
En el segundo año de su noviciado, los novicios son enviados a una misión con una tarea en una organización dirigida por jesuitas, similar a una pasantía. Llamado un «experimento largo,» este segmento del noviciado dura varios meses.
Como novicios, los jesuitas en los Estados Unidos y Canadá pasan uno de sus veranos en la Universidad Regis en Denver en una conferencia sobre la historia de los jesuitas, profundizando en la vida de San Ignacio mientras se encuentran con sus compañeros en otros noviciados.
Después de dos años, la esperanza es que los novicios tengan confianza en sus vocaciones, que hayan fomentado una relación más íntima con Dios y hayan desarrollado un profundo amor por la Compañía de Jesús. Al final de su tiempo como novicios, profesan sus primeros votos de pobreza, castidad y obediencia.
Ya no son novicios, se les llama «escolásticos» a medida que continúan a la siguiente etapa de la formación jesuita, Primeros Estudios, durante dos años de cursos de filosofía de postgrado.
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