Dixon, Dixon

¿Qué es lo que más le gusta de la Compañía de Jesús?
Hay muchas cosas que me gustan de ser jesuita. Por ejemplo, la diversidad en la Compañía hace que la vida comunitaria sea mucho más interesante. Antes de entrar, me preocupaba que el largo proceso de formación estuviera diseñado en parte para hacer que los jesuitas pensaran de cierta manera o estuvieran interesados en estudiar una cosa en particular. Afortunadamente, ¡nunca he estado más equivocado! Tengo amigos que son profesionales de la sociología, la física y el teatro. Hay jesuitas con opiniones que abarcan todo el espectro político. Algunos de nosotros estamos obsesionados con los deportes, mientras que a otros les da igual. He aprendido que los jesuitas se toman en serio el «encontrar a Dios en todas las cosas» en la forma en que se anima a los chicos a seguir sus pasiones, intereses y deseos en su vida personal y profesional.

¿Quién es un mentor importante que le ha acompañado en su camino? ¿Qué hizo de él un buen mentor?
Pienso en el P. Ray Guiao, SJ, a quien he pedido que sea mi sacerdote de investidura. Cuando entré en los jesuitas en 2012, Ray fue mi director de formación. Cuando llegó el momento de discernir lugares para los primeros estudios, Ray me animó a considerar Nueva York, un lugar en el que nunca había estado. Dado que había estudiado teología y filosofía en la licenciatura, vio posibilidades para estudios especiales que yo nunca habría considerado. Unos años más tarde, como presidente del colegio San Ignacio de Cleveland, Ray me ofreció la oportunidad de trabajar con él para poner en marcha un colegio para familias de medios económicos modestos, que más tarde se convertiría en la Academia Galesa. Fue un acto extraordinario de confianza en mí, que aún guardo como un tesoro.