Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility

Acerca de nosotros

El Padre Arturo Sosa Abascal, SJ, de Venezuela, fue elegido 31° Superior General de la Compañía de Jesús en la Congregación General 36 (GC 36) de los jesuitas el 14 de octubre de 2016 en Roma. El Padre Sosa dirige la Compañía de Jesús, la orden religiosa más grande de sacerdotes y hermanos de la Iglesia Católica.

El Padre Sosa, que anteriormente ejerció como Delegado del General de las Casas y Obras Internacionales de la Compañía de Jesús en Roma, fue elegido por los 212 electores jesuitas en la Congregación General, el órgano rector de la Compañía. Sucede al padre Adolfo Nicolás, S.J., 80, quien renunció después de desempeñarse como Superior General desde 2008.

El Padre Sosa nació en Caracas, Venezuela, el 12 de noviembre de 1948. Fue criado en una familia católica que valoraba el mundo académico, y recuerda haber sido alentado a “abrirse al mundo, a estudiar idiomas”. Su padre era un abogado/economista que lo llevaba con él en sus viajes de negocios. Cuando llegaban a una nueva ciudad y montaban en el tranvía siendo muy joven, Arturo podía abrir sus ojos a “una realidad cada vez mayor de modo que no me quedara estancado en lo que ya conocía”.

Ingresó en la Compañía de Jesús en septiembre de 1966, y fue ordenado sacerdote en 1977. Tiene una licenciatura en filosofía de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas, una licenciatura en teología de la Universidad Gregoriana de Roma, y un doctorado en ciencias políticas de la Universidad Central de Venezuela. Fue provincial superior de la Compañía de Jesús en Venezuela de 1996 a 2004.

Como rector de la Universidad de Frontera en Táchira, a 600 millas de Caracas cerca de la frontera con Colombia, el Padre Sosa trabajó en un proyecto apostólico que reunió a personas de ambos lados de la frontera. También ayudó a organizar las universidades jesuitas de Latinoamérica en una red eficaz para combatir la pobreza y fomentar el liderazgo juvenil. Fe y Alegría, que ofrece oportunidades educativas para los pobres en 21 países, fue siempre una prioridad.

Con tan solo 34 años de edad, fue elegido delegado de la Congregación General jesuita 22, el delegado más joven de esa congregación. También participó en la CG 34 y la CG 35. Durante la CG 35, fue nombrado por su predecesor, el Padre Adolfo Nicolás, SJ, para un rol de liderazgo, ayudando a asesorar sobre materias relacionadas con la gobernanza de la Compañía.

El Padre Sosa no vacila en defender la necesidad de colaboración, diciendo: “La Compañía de Jesús no tiene sentido sin la colaboración de los demás… en muchos lugares todavía sentimos nostalgia por los días en que podíamos hacerlo todo”.