Lucas S. Sharma, SJ

¿Cuéntenos una experiencia particularmente significativa que tuvo durante su formación, y por qué fue significativa para usted?

Siendo novicio de segundo año, me enteré de que mis riñones funcionaban a menos del 10% de su capacidad y necesitaba un trasplante de riñón y, mientras tanto, diálisis. Me mudé a la Comunidad Jesuita Arrupe en Seattle y me hice diálisis hasta que una amiga cercana de la universidad fue considerada compatible y donó su riñón. Su donación fue el regalo más generoso que he recibido nunca: una oportunidad de volver a vivir, y es algo que atesoro con todo mi ser. También estoy profundamente agradecido a la comunidad jesuita de Arrupe, que nos acogió a mí y a mi familia y que ha sido un hogar para mí desde entonces. Me he convertido en el jesuita que soy hoy en gran parte gracias a mi amiga Megan y a la comunidad de Arrupe. 

¿Quién fue un mentor importante que lo ha acompañado en su camino? ¿Qué lo convirtió en un buen mentor? 

La doctora Jodi O’Brien es profesora de Sociología de la Religión, el Sexo y el Género y asistente especial del rector para el profesorado de la Universidad de Seattle. Como mentora docente, Jodi me ayudó a reflexionar sobre mis cursos y me permitió asistir a un curso con ella para observar su magistral estilo de enseñanza. Me empujó a ser una pensadora y profesora más profunda, y su perspectiva influye en la forma en que trabajo con el Comité de Equidad e Inclusión de la Provincia y como miembro de la junta directiva de la Universidad de Seattle y del Cuerpo Voluntario Jesuita de Northwest. Ella también me animó y sigue animándome a pensar en mi vocación jesuita como una de «sostener las tensiones» como el reino de Dios: Tenemos una visión de la inclusión radical que deseamos y, sin embargo, nos quedamos cortos mientras trabajamos para construirlo cada día. Jodi es para mí un modelo de cómo sostener las tensiones que conllevan las identidades conflictivas en su vida profesional y personal.